LA INICIATIVA DE STEPHEN KING DE AUTOEDITAR SUS OBRAS EN INTERNET PARECE DESPERTAR RECELOS
(28/08/2000)
Con el título de ¿Literatura o negocio?
el periodista Randolph E. Stross, analiza la última experiencia del
escritor de autoeditar su novela por entregas
'The Plant' a través de
Internet. La mayoría de sus consideraciones son lo suficientemente
críticas como para comprobar que la iniciativa de King despierta
serios recelos.
El artículo, publicado originalmente por el
U.S. News & World Report, despliega un amplio arsenal de recursos
intentando desacreditar la iniciativa.
La iniciativa de King
La misma consiste en la distribución a traves de Internet
en forma exclusiva de su obra,'The Plant',
capítulo a capítulo, cuya continuidad supedita el autor al pago de 1 dólar por entrega, por parte de la mayoría de sus lectores. El libro electronico se
presenta en formato Acrobat Reader sin encriptar.
Las críticas del artículo
Le reprocha a King su idea de ganar dinero a través de Internet, empresa
en la cual como es sabido no está solo, millones de personas intentan los
mismo con muchas menos posibilidades de éxito.
Sugiere una suerte de candidez de parte de King con sus 'leales' lectores
(Stross parece ironizar) quien da gracias por la honestidad del lector y "por
ayudarnos a cambiar el rostro de la edición de libros" en retribución al
pago que solicita y recibe de los mismos.
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Official Web Site de Stephen King
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Alerta a los lectores de 'The Plant' sobre el elevado costo final
en papel y tinta de impresora que tendrá para ellos el libro
(¿300 páginas?), en el
supuesto que llegue a ser editado en
su totalidad por el autor. La prevención de Stross no es menor, pero esta
lejos de probarse que quienes bajan e-books de la red tengan la pretensión
de imprimirlos necesariamente en su totalidad para ser leídos.
Finalmente planeta la posibilidad de que King en algún momento cumpla
con su advertencia (Stross la asimila a una amenaza) de dejar de publicar
la obra de no lograr el reembolso de al menos el 75% de las ediciones
descargadas por el público, introduciendo la posibilidad de que en esa
instancia la minoría de leales termine siendo defraudada.
Stross supone aparentemente que King no habrá previsto esta última
posibilidad y que asumirá sin mas ni mas el costo de defraudar a sus 'leales'
lectores.
En realidad una reeleída atenta de este singular artículo
hace que no pasen despercibidas las expresiones de Stross tales como
'deshacerse del intermediario' y 'autopublicarse y suprimir al editor'.
En un contexto nada ingenuo puede también suponerse que en definitiva el artículo
desde su título destila recelos básicamente por esta situación o es que acaso puede aceptarse como válida la falsa disyuntiva que plantea ¿Literatura o negocio?.
Breves reflexiones sobre la autoedición
Las intereses en juego involucrados en el incipiente fenómeno de la
autoedición electrónica pasan por una parte por los editores
y distribuidores de libros tradicionales que recelan perder un lucrativo
negocio si esta tendencia prospera.
Por otra parte los productores de software destinados a
edición electrónica apuntan a posicionarse como proveedores del soporte y
recaudadores de los ingresos en línea en desmedro tanto de los
editores tradicionales como de los propios autores que dejarían de
depender de un intermediario para pasar a depender de otro.
Las no pocas experiencias conocidas de practicas fraudulentas difundidas
durante la última década entre algunos editores respecto a
las unidades efectivamente vendidas en desmedro de los autores hacen que
que no deban descartarse similares prevenciones respecto a quienes
pretenden reemplazarlos.
En definitiva iniciativas como las de Stephen King resultan muy auspiciosas, aunque
probadamente irritantes para algunos.
Referencias: El artículo fue reproducido en castellano por el Diario Clarin
en su edición de fecha 13-08-2000.
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