Secuencia
En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, 2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; 3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios
La Iglesia en Jerusalén
- Instrucciones del resucitado sobre el reino de Dios
- La promesa del Es[iritu Santo
- Ascension de Jesus a los cielos y su influencia sobre la tierra
- La primera novena de Pentecostes
- Ministerio y destino apostolico
- El magno acontecimiento
- Discurso de Pedro
- La primera cosecha
- La primera comunidad cristiana
- Un nuevo testimonio en favor de Cristo.
- Glorificacion del nombre de Jesus
- La Iglesia en cadenas
- La libertad cristiana
- Pastores y rebaños
- Un solo corazon y una sola alma
- Ananias y Safira
- Incremento de la Iglesia
- Persecucion de los apostoles
- Consejo de Gamaliel
- Los diaconos
- Fanatismo y sabiduria
- Razonamiento de Esteban ante el sanedrin
- Las tinieblas odian la luz
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El magno acontecimiento
1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.
6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?
8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?
9 Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia,
10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,
11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
13 Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.
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La Iglesia en Palestina
- Persecucion contra los cristianos en Jerusalen
- Dos clases de espiritu
- Uno que buscaba a Dios y lo hallo
- De enemigo encarnizado de Cristo a apostol de Cristo
- Saulo obedece las instrucciones del Señor
- La maravillosa experiencia de un convertido
- Despues de la tormenta
- El mundo del paganismo busca tambien a Dios
- Efectos de la gracia divina
- Quien busca encuentra
- Ensanchad la tienda
- Preparacion de los instrumentos
- Nuevas tribulaciones de la Iglesia
- Y las puertas del infierno ...
- La ambicion humana y su desastrado fin
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De enemigo encarnizado de Cristo a apostol de Cristo
1 Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote,
2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén.
3 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo;
4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
5 El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
6 El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
7 Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie.
8 Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco,
9 donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.
Saulo obedece las instrucciones del Señor
10 Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.
11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,
12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.
13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén;
14 y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.
15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;
16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.
17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
18 Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.
19 Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.
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La Iglesia en el mundo
- Primeros misioneros en tierras de gentiles
- Los comienzos
- La primera predicacion de la buena nueva en el Asia menor
- Division de los espiritus
- Resolucion
- Pablo y Bernabe tomados por dioses por los habitantes de Listra
- El regreso
- No imponer cargas innecesarias
- El primer concilio
- Roma locuta, causa finita
- El segundo viaje
- Experiencias habidas con dos mujeres
- Conversion del carcelero
- Pablo ciudadano romano
- La perseverenacia, secreto del exito
- El evangelio y la sabiduria del mundo
- La cura de almas en una gran ciudad
- Pablo ante el tribunal de Galion
- Tercer viaje
- Pablo en Efeso
- Milagros y hechicerias
- Comercio baja capa de religion
- Un hombre sensato
- Celebracion del domingo en la primitiva Iglesia
- En Mileto Pablo convoca a los presbiteros de Efeso
- Viaje a Jerusalen
- Libertad del Espiritu
- La formacion del juicio
- Serenidad frente al peligro
- De la defensa a la agresion
- Medios de lucha indignos
- Bajo el amparo de la ley
- Vileza y nobleza
- Cristianismo y espiritu mundano
- Pablo apela al Cesar
- Objetividad de Festo
- Culminacion del testimonio en favor de Cristo
- Discusion de Pablo con Festo y Agripa
- Pablo navega para Roma conducido por el centurion Julio
- Pablo infunde valor a sus compañeros
- Nauragio y arribada
- La caridad cristiana
- De Siracusa a Roma
- Preso en la ciudad eterna
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